¿Qué es Procrastinar?
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Mañana es el día más ocupado |
El
significado de Procrastinar es dejar las cosas para después, diferirlas,
aplazarlas, retrasarlas, posponerlas. (Del latín procrastinare: pro-adelante y
crastinus - mañana, el día siguiente, referente al futuro. Dejar las cosas para
mañana).
Es
el destructivo hábito de no atender las actividades que deben ser atendidas,
sustituyéndolas por actividades más fáciles, más agradables o menos riesgosas.
Siempre hay razones que nos impiden lograr
lo que deseamos, y esas razones están totalmente justificadas, sin embargo, la
realidad es que la actividad, proyecto, idea, propósito o sueño, sigue paralizado,
estancado, aplazado.
Aplazado y justificado seguirá siendo sólo eso, un proyecto, idea, propósito o sueño. A esto se le
llama "Procrastinar".
¿Que es procrastinar?
Procrastinar es dejar las cosas para después, diferirlas, aplazarlas,
retrasarlas, posponerlas. (Del latín procrastinare: pro-adelante y crastinus -
mañana, el día siguiente, referente al futuro. Dejar las cosas para mañana).
Es el destructivo hábito de no atender las actividades que deben ser
atendidas, sustituyéndolas por actividades más fáciles, más agradables
o menos riesgosas.
La procrastinación es de dejar las cosas para último momento, cuando la
presión por las consecuencias de no hacer el trabajo, es más fuerte que el
miedo que nos mantuvo paralizados en un principio.
La Procrastinación es la enemiga de la acción, es uno de los comportamientos
que mas frena la productividad y el logro de objetivos tanto personales como
profesionales y nos desvía de los resultados deseados.
¿POR QUÉ PROCRASTINAMOS?
Regresemos por un momento a las preguntas anteriores...
¿Cómo te sentiste al recordar ese proyecto, actividad, idea, propósito o
sueño que no has iniciado o que dejaste inconcluso? Probablemente sentiste
estrés, ansiedad, angustia, una carga muy pesada de la que no te puedes liberar.
¿Notaste como ese estrés, angustia y ansiedad disminuyen cuando explicas
las razones que justifican no tomar acción para lograr ese proyecto, idea,
propósito o sueño?
Es por eso que procrastinamos, porque sentimos un alivio temporal. Procrastinar reduce la ansiedad, reduce el estrés,
nos da descanso, reduce la tensión y lo mejor es que no sentimos culpa porque
inconscientemente, está justificado.
Procrastinar es gratificante, es
"agradable" . . . pero solo temporalmente.
¿CÓMO FUNCIONA LA PROCRASTINACIÓN?
La Procrastinación no está sola, su mejor amiga se llama "Resistencia" y su función es
protegernos del peligro, de lo desconocido, del riesgo de fracasar, de ser
criticados o rechazados, así que hará todo lo necesario para desanimarnos y
alejarnos del peligro.
La Resistencia exagera los riesgos para asegurar que los evitemos, y lo
hace utilizando nuestros pensamientos y
creencias autolimitantes, nos dice cosas como "no vas a poder", "vas a
fallar", "es muy arriesgado", "ni lo intentes",
"no estás listo", "no es el mejor momento", "te van a
rechazar", "vas a perder el tiempo", "será un fracaso", "mejor
mañana" etc.
Si, a la Resistencia le encanta exagerar
e incluso mentir.
Todos nuestros pensamientos, positivos y negativos, se traducen en
emociones positivas o negativas.
Los pensamientos positivos se
traducen en emociones positivas como
alegría,
amor, gratitud, serenidad, curiosidad, inspiración, asombro, admiración,
confianza, etc. que a su vez generan actitudes positivas y amables y
nos motivan a trabajar por los resultados que deseamos.
Por otro lado, los pensamientos
negativos se traducen en emociones
negativas, como ansiedad, inseguridad, enojo,
envidia, desconfianza, estrés, incertidumbre, miedo a fallar, a perder, miedo a
la crítica, al rechazo, etc.
La forma en que reaccionamos para enfrentar estas emociones negativas, es
creando una respuesta que nos parece muy racional, es decir, una Justificación: "estoy muy ocupado",
"ahora no tengo tiempo", "no tengo las herramientas",
"no tengo los contactos", "no es el mejor momento",
"no puedo distraerme", "nadie lo ha hecho", "es muy
arriesgado", "no tengo el dinero", "no tengo los
conocimientos", etc.
Entonces, mientras más dolorosa,
arriesgada o difícil sea la actividad, mas fácil será encontrar otras
ocupaciones que nos distraigan y nos
"obliguen" a posponerla,
es decir, a procrastinar.
Los pensamientos, positivos se traducen en
emociones positivas, los pensamientos negativos se traducen en emociones
negativas.
Las emociones determinan nuestra manera de
actuar, nuestros comportamientos, que dan como resultado nuestra realidad.
Un pensamiento positivo, por ejemplo "Estoy listo, será una cita de
negocios exitosa", se transformara en emociones positivas como confianza, alegría y seguridad, que se reflejarán
en nuestra actitud y comportamiento, haciendo que nos perciban como optimistas,
seguros, preparados y confiables.
Un pensamiento negativo, por ejemplo "No me siento lo suficientemente
listo, será un fracaso", se transformara en emociones negativas como inseguridad, nerviosismo, ansiedad y
angustia, que se reflejarán en nuestra actitud y comportamiento, haciendo
que nos perciban como inseguros, poco confiables e incapaces.
Los pensamientos se traducen en emociones.
Las emociones generan actitudes y comportamientos.
Las actitudes y comportamientos
determinan los resultados.
El gran regalo que debemos aprovechar, es que PODEMOS ELEGIR los pensamientos
adecuados que generen las emociones
necesarias para tener la actitud
correcta y lograr los resultados
deseados.
¿Cómo elegir los pensamientos correctos para tener las emociones correctas
que me lleven a la realidad que deseo?
La mente solo puede procesar un tipo de
pensamiento a la vez, uno negativo o uno positivo. Mientras más pensamientos positivos
generemos, más fuertes serán las emociones positivas.
De igual manera, mientras más pensamientos negativos, más fuertes serán las
emociones negativas, la emoción mas
fuerte dominará a las demás.
¿Qué realidad deseas?
¿Qué actitudes y comportamientos te llevarán a esa realidad?
¿Qué emociones necesitas fortalecer?
¿Qué pensamientos debes elegir?
¡Tú decides!
Los pensamientos autolimitantes son ideas o creencias subjetivas sobre
nosotros mismos, que, no están basadas
en hechos y casi siempre son falsas,
pero aún así, aceptamos como verdaderas
generando bloqueos mentales que nos detienen y nos alejan de nuestros
objetivos.
Los mayores bloqueos son provocados por el miedo a fallar, a perder, a la
crítica y al rechazo. El miedo es
parte del ser humano por lo tanto no se puede eliminar, pero sí se puede controlar.
Las personas exitosas, han aprendido a controlar sus miedos y a entender
que los errores son parte del proceso para tener éxito. Esta habilidad es la
que les permite tomar acción y
alcanzar el éxito.
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